Nicolás de Piérola fue elegida como una zona piloto de intervención por su alta vulnerabilidad a la contaminación atmosférica.

Las obras realizadas a la fecha, consisten en: recuperación y remozamiento de sus parques y jardines internos, la colocación de mobiliario, como tachos, pintura en sardineles y postes y se ha mejorado la seguridad en uno de sus ingresos con una puerta metálica corrediza que brindará mayor protección a los vecinos.

Estas obras fueron financiadas por el proyecto en un 80%, gracias al aporte de USAID, pero también los propios vecinos han gestionado el apoyo de la Municipalidad Provincial, que ha realizado las obras de concreto armado para la colocación de la puerta metálica, mientras que la junta vecinal puso algunos materiales de construcción, cemento y fierro y la iluminación de las áreas libres.

Estas actividades se suman a otras, como el segregado de residuos domiciliarios que alrededor de 100 vecinos están haciendo. Para ello han recibido una dotación de contenedores de colores para acopiar su basura, según sea papel, plástico o residuos orgánicos y han recibido talleres de capacitación para realizar un buen segregado.
Los alrededor de 120 familias también se vieron beneficiadas con el proyecto, pues anteriormente su junta vecinal vivía anquilosada, con una organización desarticulada, que con el paso de los años, había perdido capacidad para gestionar y ejecutar sus actividades.

A raíz del proyecto, se forma el Comité de Medio Ambiente y se elige después de 20 años una nueva junta vecinal, presidida por Luciano Becerra. A la par, los vecinos fueron fortalecidos en talleres de Liderazgo y vienen participando activamente en algunas acciones como la fiscalización de emisiones vehiculares que organiza la Municipalidad Provincial en la vía pública, ejerciendo su derecho a un ambiente saludable y apoyando esta acción del gobierno edil.

Ellas participaron de una agenda recargada que se inició con la reunión de las visitantes y el equipo técnico de Labor, para posteriormente, visitar a los ejecutivos de la Dirección de Salud de Arequipa.

Casi al mediodía, esta delegación fue recibida por el alcalde de Arequipa Yamel Romero, y posteriormente en conferencia de prensa, se presentaron los avances del proyecto y se anunció a los periodistas que el proyecto MUSA donaría equipos de GLP, para los vehículos gasolineros de la Municipalidad Provincial.

En realidad, no solo la Municipalidad Provincial será beneficiada con estos equipos, sino los vehículos del Ministerio de Salud también. Se está pensando además en escoger a algunos distritos para cambiar el sistema de sus vehículos de gasolina a GLP.

Como se sabe, el kit o dispositivo que se acopla a los vehículos gasolineros para que puedan usar el Gas Licuado de Petroleo (GLP) tiene un costo aproximado de 450 dólares; y permite que el vehículo se desplace utilizando este tipo de combustible. El GLP tiene ventajas económicas y ambientales, por un lado, es más económico que la gasolina y en segundo lugar, disminuye ostensiblemente la emisión de monóxido de carbono, contaminante que en Arequipa es uno de los más problemáticos pues su presencia excede los Estándares de Calidad de Aire en meses y horas punta, es por ello que el proyecto MUSA lo promociona.